¿La mejor decisión?
De los poco más de 5 millones de militantes que el PRI tiene registrados ante el INE, este partido político decide jugarse el proceso electoral del próximo año con alguien que no es un militante activo, José Antonio Meade Kuribreña.
Y aunque le asignan a Luis Videgaray ex secretario de Hacienda esta decisión, es claro que el prestigio del actual sistema de partidos está por los suelos y se pretende dar una “ficticia” imagen de cambio.
José Antonio Meade es un joven político de 48 años de edad y quien ha participado en gobiernos panistas y priistas que, por su amplia trayectoria política, garantizará seguramente la continuidad del actual proyecto de gobierno.
Un dato interesantes y que habrá que seguir es que antes del destape, el 46.6% de la población sabía de José Antonio Meade, contra un 76.3 que conocía a Miguel Ángel Osorio y un 56.2% a Aurelio Nuño; en cuanto a qué tan buena opinión se tiene de los posibles aspirantes, únicamente 8% le daba un voto de confianza a Meade contra el 15.4% de Miguel Ángel Osorio; 11% de José Narro y 9.5% de Aurelio Nuño.
La contienda política se acerca y los índices de aprobación presidencial al quinto año de su gobierno está en 26%, que comparativamente con los cuatro sexenios pasados, es el más bajo, esto con datos de la más reciente encuesta de Consulta Mitofsky.
Los diferentes sectores del Priismo siguen lo establecido “alinearse y disciplinarse” de allí el cúmulo de elogios y caravanas a quien, hasta hace unos días, era un extraño dentro del partido.
Habrá que analizar es si el PRI como partido político están cumpliendo su función para formar cuadros, a militantes con una ideología sólida a sus principios, valores y la capacidad suficiente para que sean los futuros gobernantes de nuestro país, ya que de los poco más de 5 millones de militantes registrados no se encontró a alguno que cumpla los requisitos y se decidió por un externo.